1 oct. 2007

Recordando a Roberto García-York


Entre abril y mayo de 1998 organicé la exposición Trois peintres cubains à Paris en la Galería del Carrousel del Louvre. Expuse, en esa ocasión, la obra de tres pintores cubanos exilados en París: Gina Pellón, Roberto García-York (1929 -2005) y Jorge Pérez Castaño. Ayer – por esos azares de la vida – estuve en el apartamento en que vivió Roberto García-York, en la calle Saint-Martin, en París, a pocos metros del Centro Georges Pompidou (Beaubourg). Recordé su humor desbordante y su gran originalidad, y me apenó ver lo poco que queda del ambiente tan personal (e imaginativo) que el artista había concebido en su casa. García-York era un enamorado de Venecia. No es difícil encontrar su foto en los libros que ilustran diferentes trajes del Carnaval de esta ciudad mágica. Cada año Roberto asistía y cada año llevaba un disfraz confeccionado por él mismo y por su compañera Jeannine Viovi. En el libro sobre el histórico Café Florian (Café Florian: l'esprit de Venise, Ed. La Rennaissance du Livre, 2000, de Robert de Laroche y Jean-Michel Labat), Roberto García-York, disfrazado, ocupa hermosísimas páginas. También existe un libro enteramente dedicado a los trajes que durante años llevó a la Serenísima. En él Roberto posa para cada una de sus creaciones en los lugares más conmovedores de la Ciudad del Dux.

En la foto aparecen, a ambos lados, Roberto García-York (tapándose con el plegable de la exposición la mitad de la cara) y la pintora Gina Pellón. En esa época le hice una larga entrevista que nunca he publicado en su integralidad. Conservo la grabación e incluso los pliegos de la transcripción corregidos por el puño y letra de Roberto.