5 janv. 2010

Barolo, Barbaresco, La Morra, Alba...

Hemos llegado a la "tierra prometida": a Barolo, cuyos vinos superan a los mejores de Toscana. En Barolo el Castillo de los Falletti (construido en el siglo X para rechazar los ataques de los sarracenos) y un sinfin de bodegas unas mejores que otras. Cuelgo la valla con las diferentes denominaciones de Barolo muy cerca del Castillo de La Volta:









Aunque Barolo se lleva toda la fama, es en La Morra donde se produce la mayor parte del vino del Langhe. Como todos los pueblos del valle del Tanaro hay que subir hasta lo mas alto para contemplar la belleza del paisaje con los Alpes a lo lejos como telon de fondo. La Morra tiene excelentes bodegas y dos o tres restaurantes de referencia:







Barbaresco es un pueblecito en lo alto de una colina rodeado de viñedos que descienden hasta el Po. Solo tiene una iglesia barroca, una torre del siglo X, una plazoleta con el Ayuntamiento y un mirador con vista al rio Tanaro serpenteando entre colinas:





Alba es la capital de la region del Langhe, pero también es la capital de ese "caviar de la tierra" que es la trufa. En Alba las trufas negras (mas usuales) y las muy raras y caras trufas blancas son motivo sobrado para pernoctar rn la ciudad. Un excelente restaurante que aconsejo es: Conto Rosso, en pleno centro y a una cuadra de la Via Vittorio Emanuele II. Pueden aderezar su propio menu ya sea a la trufa negra o a la blanca, o mezclando las dos posibilidades. No pueden dejar de probar el fondante piemontese al tartufo bianco:






Los que quieran disfrutar de paz absoluta y de un amanecer espectacular, la Casa Nicolini, en medio del campo, entre Barbaresco y Alba, ofrece habitaciones espaciosas con terrazas con vistas hacia los viñedos y algunos pueblos acastillados de la zona. Se trata de un agroturismo (lo que en Francia llamamos gîte rurale), y en este caso uno burujon de chinos y chinitos se ocupan de todo aunque la propietaria piemontesa no brilla por su ausencia pues no pierde pies ni pisada de todo lo que pasa, detras de una ventana de cristal que la protege del frio y le sirve de atalaya.
Ahi dejo el amanecer desde la terraza de mi habitacion: