16 févr. 2010

Momentos del Carnaval - Castrovillari, Calabria / Mi sono divertito da morire

En la Iglesia de San Francisco, la misa dominical por el día de San Valentín:



La Sirinata dà Savuzizza es una fiesta itinerante. Se recorre en grupos la ciudad, de casa en casa, y a donde quiera que se llega nos esperan con vino, comida y musica. En cada grupo cae siempre alguien con instrumentos tradicionales para tocar las tarantelas calabresas:









Locura total. El claustro del Protoconvento Franciscano del siglo XIII se convirtió en discoteca. De Roma llegó la orquesta Mambo 24 compuesta - delirio pleno - de dominicanos e italianos. Tocan de todo y el cantante (ver foto abajo) le mete a cualquier ritmo y lo hace muy bien. También de Roma vino una guagua cargada de muchachas cubanas para - Producto Nacional Bruto a la orden del día - a darle cintura a esto. Los serbios del Ballet Folklorico de Belgrado andaban alborotados y medio con esto y los mexicanos del Folklorico de por allá se quedaron de una pieza con aquel descoyuntamiento descomunal de las eternamente alegres. Hemos bailado como locos. Una serbia quiso superar el inigualable arte de las cubanas en el remeneo y se puso a dar fouettés que por poco le parte el espinazo, de un puntapiés, a la hija de Ofelia. Yo lo unico que sé es que bailamos hasta la saciedad y sin horario de cierre. Mi sono divertito da morire