21 mars 2011

Hoy en El Nuevo Herald / sobre La gema de Cubagua



Hoy en El Nuevo Herald una crítica de Daniel Fernández sobre mi novela. La copio directamente:

'La Gema de Cubagua’ divertimento costumbrista
Por Daniel Fernández
El Nuevo Herald
domingo, 20 de marzo de 2011

El polígrafo William Navarrete, que cuenta con exitosos libros de poesía, ensayo y relato, ha decidido incursionar también en las aguas procelosas de la novela. La gema de Cubagua, recién publicada por Legua Editorial, de Madrid, es su divertida respuesta al desafío de lanzarse en otro género literario. Armada con una estructura simple de narración omniscente, mechada sagazmente con cartas, conferencias, testamentos, y hasta programas radiales, la novela se deja leer con facilidad llevando al lector de sonrisa en sonrisa.

La historia que comienza en Cuba y en nuestros días, va dando vueltas por distintas épocas y países desenrollando la madeja de la herencia y de las vidas que se tejen en torno a ésta.

Con su alambicada trama y su larga galería de personajes divertidos, esta gema es una visita contemporánea y farsesca a la larga tradición del costumbrismo que en Cuba luce nombres ilustres como Ramón Meza, Emilio Bobadilla, Carlos Enríquez y Miguel de Marcos. Navarrete hace gala en esta fábula de ese humor tan profundo y tan surrealista (y valga la redundancia) del cubano. Como en sus prestigiosos antecedentes, Navarrete, que ha confesado que llevaba más de dos décadas investigando los puntales históricos de esta narración -una mítica herencia holguinera- se da gusto insinuando en cada peripecia y hasta en cada descripción una resonancia metafórica, alegórica, satírica.

En el vasto coro esperpéntico que arma el autor, la voz de la solterona cincuentona resuena junto a la de la machetera millonaria (en toneladas de azúcar) y la bailarina eximia y momificada. Junto a la caricatura del hermano exiliado ricachón y del otro hermano seudo suizo está también la de los burócratas isleños, los funcionarios corruptos y la del ejército de farsantes y oportunistas de todo tono. El motivo de la herencia inalcanzable no sólo es el gatillo que dispara la historia, sino que pone al descubierto las bajas pasiones y egoísmos de un tipo de cubano actual que abunda en ambas orillas con su credo de Gramática Parda, doble moral y patriotismo de portada.

Algunas escenas de esta obra son como frescos goyescos en los que la corrupción y el absurdo imperante en la Cuba actual se pintan con humor negro, muy negro, que hace más aceptable y digerible el horror de la denuncia. En constante crescendo, la novela va sorprendiendo al lector con situaciones cada vez más rocambolescas y absurdas, culminando con un toque de humor macabro y cerrando más adelante con una vaharada de escatología porcina.

Navarrete ha encontrado una vía adecuada para su denuncia de los males políticos, económicos, sociales, y sobre todo, morales, que aquejan al cubano de nuestros tiempos. Curiosamente, desde su exilio parisino, el autor ha coincidido con una línea de farsa y crítica velada que es frecuente en el cine que se hace en la isla. El cuerno de la abundancia, de Juan Carlos Tabío, aunque en nada relacionada con la obra de Navarrete, también parte de una herencia misteriosa para poner al descubierto las falsedades y miserias del desgobierno imperante en la isla. Esto delata cuán cercano está el autor del arte y del sentir de su país de origen a pesar del largo exilio que lleva en Europa.

Al igual que en su novela, donde la misteriosa perla perdida y enterrada es reencontrada y salvada para nuevas aventuras, el autor atesora en su interior su indeleble cubanía, y con esa metáfora de resurrección perlada parece afirmar que el espíritu de lo cubano, con todo el horror y la ignominia de las últimas décadas, se salvará una vez más en las alas del humor, que en esta novela de William Navarrete evoca e invita a la sonrisa de la mismísima Mona Lisa.

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La gema de Cubagua, William Navarrete © Daniel Fernandez / El Nuevo Herald